Vitral, de Rossi López. LA PRENSA/Arnulfo
Agüero
La maestra Rossi López expone 25 años de su
arte, donde reúne personajes históricos, El Güegüense, abstracciones, aves, y
flores
Más de ochenta piezas, entre cerámicas,
artesanías, esculturas, vitrales, mosaicos, óleos y esculturas, expone en su
primera retrospectiva Rossi López Huelva, artista multifacética nacida en 1933
y considerada una de las primeras mujeres que se dio a conocer en los años
sesenta en la Escuela de Bellas Artes, en Nicaragua.
Rodrigo Peñalba, Omar D’León, Francisco
Pérez Carrillo, Armando Morales y el escultor Noel Flores, entre otros, fueron
los colegas de su tiempo con lo que esta maestra se educó. Así con
personalidades del mundo artístico, como el grabador mexicano José Luis Cuevas,
y el curador José Gómez Sicre, jefe de Artes Visuales de la Unión Panamericana.
Sus obras abstractas pintadas con óleo,
dice López, tocan temas que rememoran los días que pasó en la cárcel por
protestar contra el régimen militar de Anastasio Somoza García, año en que
sucedió la masacre de los estudiantes de 1959. Una de sus obras abstractas la
tituló Alma, otra se relaciona con su intimidad, y llamó Mi ser.
TOME NOTA
Inauguración de la retrospectiva Homenaje a
Rossi López, martes 17 de junio, a las 6:00 p.m., en el Salón de los Cristales
del Teatro Nacional Rubén Darío. Clausura el 27 junio.
OBRAS EN MOSAICO
En cuanto a las obras tratadas con
mosaicos, la más reciente es Guardabarranco con sacuanjoche; esta misma técnica
ha empleado para crear sobre las mesas obras de mosaicos semifigurativas, al
igual que en lámparas.
Otros de sus temas son los retratos, de los
cuales presentará una colección, en ella incluye al líder cubano Fidel Castro,
“pero visto desde su ancianidad”, dice la artista. Otros de sus personajes son
el fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador; asimismo expondrá imágenes de El
Güegüense, y mujeres vendedoras.
“El pintar y realizar estas obras y verlas
reunidas a mis 81 años de vida es emocionante, porque me siento que no estoy
finalizando la vida, sino iniciándola con intensidad cada día”, expresa con
optimismo López, quien ha invitado al músico Ronald Pereira para que anime la
inauguración de la retrospectiva.
VIDA EN BREVE
Rossi López vivió una temporada en México y
se trasladó a Cuba, donde residió veinte años de su vida de exilio. En este
país, refiere la artista, estudió cerámica en la Escuela de Arte Cubanacán.
Trabajó en el Museo Nacional, dirigido por la ceramista Marta Arjona, así
también en la Dirección de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de Cuba, e
impartió clases a maestros y artistas sobre estas técnicas.
A su regreso a Nicaragua en los años
ochenta recibe el respaldo del poeta Ernesto Cardenal, entonces ministro de
Cultura, y funda la Dirección de Artes Plásticas y Diseño, desde donde se
encargó de organizar a los grupos de artesanos. Se retira, y dedica a pintar
sus abstractos y trabajar sus vitrales, esculturas y mosaicos; años después
funda un taller de vitrales y cerámicas, tarea que comparte con Carlos Pérez
López.
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