lunes, 21 de julio de 2014

ENTREVISTA CON CARLOS MONTENEGRO, PINTOR TESTIMONIAL. Por: Roberto Cuadra. En: Novedades Cultural, domingo 17 de noviembre de 1968.




--¿Tu pintura se dice que es testimonial, lo hace con un fin determinado o solamente porque esa más que otra cosa te mueve a pintar?

--Bien podría ser las dos cosas, pues deseo dar un testimonio del momento en que vivo, una visión objetiva del ambiente actual, así como el impresionismo dejó una huella de su época, así mismo quiero dejar una parte del espíritu de nuestro tiempo para las generaciones venideras.

--¿Y los pintores abstraccionistas no cree que dejan testimonio? Me refiero a Kenadinski, de Kooning y Picasso.

--La dejan, pero en cuanto al momento cultural que ellos vivieron, la época particular en que se desenvolvieron, su diferente punto de vista en relación con nosotros los nicaragüenses. Sobre el arte, ellos fueron el resultado de una sucesión histórico-artístico, nosotros no tenemos tradición ni historia en el arte.

--¿Tú crees que es estás cumpliendo con tu compromiso ante la historia?

--Así lo creo, considero que tengo un compromiso, para con mi pueblo, raza y período histórico en el cual vivo.

--¿Por qué no se ve nada relacionado con el tema político en tu pintura, como hacen otros que pintan guerrilleros o generales?

--No considero necesario para llegar a expresar el momento histórico, hacerlo de esa manera, en cuanto a mí, personalmente, pero señalo que soy un pintor en evolución, puede ser que llegue a hacerlo, puede que no.

--¿Cuál ha sido tu experiencia más vital en la pintura? Quiero decir, hay alguna experiencia vital que te conduzca por ese camino.

--Sencillamente considero que es mi vocación, creo que es una manera de identificarme con la humanidad.

--¿Has tenido maestros que te hayan influenciado?

--Solamente las enseñanzas de la escuela y en base a esas enseñanzas y mis búsquedas personales.

--A propósito de la Escuela: ¿qué opinión tienes de la Escuela de Bellas Artes?

--En mi opinión, la función de la Escuela en cuanto enseñanza, ha sido muy buena, creo que esto nadie lo puede negar, pues de ella han salido casi todos los pintores del ambiente artístico.
--Sigamos con la Escuela…
--En el trabajo diario en la Escuela, personalmente para mi trabajo individual, me ha ayudado mucho, pues me permite estar a tono con las enseñanzas que allí recibí.

--¿Qué experiencias te ha dado el hecho de ser profesor?

--Soy nuevo en esa materia, estoy experimentando, conociéndome a mí mismo en ese campo, es la grata sensación de sentirse allí, enseñarle, ayudarle, ser el guía de otra persona que también quiere ser útil a la patria.

--Muchos dicen que tu pintura es mala y se niegan a aceptarla. En cambio, hay otros que se entusiasman con ella e incluso te sitúan entre los más grande de la pintura nicaragüense. ¿Qué te parece todo esto?

--Es cuestión de criterios personales, puede ser que a muchos la pintura figurativa no les satisfaga su intelecto y sensibilidad, puede ser que consideren un pintor insulso de temas de temas sentimentalistas, y sí les llama más la pintura moderna o abstracta.

Aclaro que soy pintor figurativo realista pero no por eso dejaré de ser un pintor moderno, pues un pintor moderno que expresa su época, su ambiente en el cual vive. Yo intento y trato de hacerlo así. Si soy bueno o malo, sólo el tiempo será el juez más justo.

--Lo moderno que lo da, el estilo o el tiempo, o el estilo en el tiempo, ¿qué determina el concepto de la “pintura moderna”?


--A mi parecer lo moderno lo dará el tiempo, si esta obra se ajusta a su momento histórico. El estilo puede ser prefabricado y convertir en manerismo. Actualmente, a mi juicio, existe un prejuicio al llamar pintura moderna todo cuadro que en su superficie haya grandes rasgos textuales, arbitrariedades cromáticas, deformación de la naturaleza, una deformación adrede que no sale de las exigencias íntimas, que van saliendo al paso al estar elaborando una obra. 

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