lunes, 11 de agosto de 2014

Se sacude “el dominio” masculino

MUJERES IRRUMPEN EN LA PINTURA. En: La Prensa, 3 de junio de 1990.

La reciente inauguración de la Exposición de Artes Plásticas “Por la Paz y el Desarme”, de 32 pintoras nacionales, ha confirmado un fenómeno interesante: la violenta irrupción de los pinceles femeninos en la cultura nicaragüense.

Años atrás, cuando se hablaba de la pintura nicaragüense, generalmente, se mencionaban nombres masculinos como Rodrigo Peñalba o Róger Pérez de la Rocha. Sin embargo, hoy la “supremacía masculina” está en entredicho.

JULIE AGUIRRE
“Mentiría, si afirmara que el lugar que hoy ocupamos las mujeres artistas, lo logramos fácilmente”, comentó Julie Aguirre, una de las pintoras expositoras. “Este espacio que hoy compartimos con los hombres, lo hemos conquistado poco a poco, con la calidad de nuestro trabajo”, aseguró.

En estos últimos once años, aseguró que, la participación femenina en las artes plásticas es más numerosa. Aguirre, pintora primitivista, estima que casi el 60 por ciento de los pintores nacionales ahora son mujeres.

Sin embargo, los primeros pasos en esta carrera artística valoran que no fueron fáciles. Las pintoras aseguran que tuvieron que romper con prejuicios sociales, valores morales y hasta actitudes machistas de colegas.

“Algunos pintores nos trataron con paternalismo por ser mujeres”, aseguró Julie. “Nosotras, lo único que demandábamos era que nos abrieran espacios para mostrar la calidad de nuestras obras”, agregó.

Sin lugar a dudas, a golpe de perseverancia y un trabajo tesonero las pintoras nicaragüenses han conquistado un amplio espacio en las artes plásticas. La misma Exposición en la Galería Praxis así lo confirma. En ésta hay más de 60 obras de gran calidad, y  algunas con temas evidentemente feministas.

ANTECEDENTES DE LA REBELIÓN FEMENINA

Los pinceles femeninos comenzaron a asomarse tímidamente en los años 50. Entre las precursoras de esta rebelión “artística-sexual”, las pintoras citan el nombre de Asilia Guillén, que a pesar de sus 60 años, inició el combate con aires juveniles.

Guillén, originaria de Granada, fue la primera mujer que logró ubicarse como pintora primitivista, tanto en Nicaragua como en el extranjero. En los años 50, sus pinturas fueron conocidas en Sao Paulo, México y Alemania.

Posteriormente, surgieron figuras como Adela Vargas, Salvadora Enrique, de Río San Juan; y June Beer, pintora primitivista de la Costa Atlántica.

“En aquella época no valoraban a la mujer capaz de crear arte, y las pocas que pintaban, pienso que lo hacían por esnobismo”, expresó Hilda Vogl, pintora primitivista.

Por su parte, la pintora Aguirre recuerda que en el pasado, las mujeres sólo contaban con la alternativa de aprobar la secundaria, casarse y luego pasar a ser ama de casa. Aunque sus aspiraciones fueran otras, las oportunidades eran pocas.


Para las dos pintoras primitivistas, la Revolución Sandinista fue la que le abrió las puertas a los artistas plásticas, para desarrollar sus cualidades artísticas.

Las pintoras organizadas en la Unión de Artistas Plásticos afirman que ahora la mujer ocupa un espacio importante en el arte nicaragüense, el cual se lo ha ganado con esfuerzo propio.

HILDA VOGL
“No ha sido fácil, ya que nosotros como artistas, además de realizar los trabajos de la casa, tenemos que preparar nuestras obras. Le robamos hora al sueño”, expresó Hilda.

En esta Exposición, al igual que otras realizadas antes, es notorio que la supremacía en la pintura femenina sigue siendo la pintura primitiva. Ellas aseguran que se deben a razones objetivas.

“Somos pintoras primitivistas, porque antes no tuvimos oportunidad de asistir a una escuela de arte, pero queríamos plasmar nuestros sentimientos de cómo veíamos la naturaleza, las costumbres y a nuestro pueblo”, explicó Hilda.

“La mayoría somos autodidactas y primitivistas. A la generación de pintoras jóvenes, la Revolución les dio la oportunidad de prepararse en Escuela de Artes, y algunas ya sobresalen”, agregó Vogl.

En los certámenes de la plástica nicaragüense, que se realizan desde 1981, las artistas mujeres han comenzado a ganar los principales premios. Algunas, han sido Hilda Vogl, Julie Aguirre, Patricia Belli, Yelba Ubau, María Gallo y Olga Maradiaga.


Los nombres de las mujeres dueñas de pinceles y trazos de muchas calidades artísticas, ya resuenan en el extranjero. La “supremacía masculina”, por lo visto, no es más que un mito. 

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