En la escultura lo que trato de guiar es
el estilo interpretativo del alumno, simplificando las formas de manera que el
modelo sea de trazos largos, es decir: no quedarse en los detalle mínimos, sino
agarrar una forma global generalizando las masas.
En un ambiente reducido, inadecuado, dos
grupos de estudiantes, todos adultos, asisten a la Escuela de Bellas Artes, a
recibir diariamente y por dos horas los conocimientos técnicos sobre la
Escultura.
Sin duda, contra ese medio, el profesor
Flores Castro, hábilmente desarrolla sus clases de modelación, respaldado por
su experiencia y estudios realizados en la Escuela de Bellas Artes Florencia,
Italia.
“Estoy procurando transmitir ─dice─ todos
los conocimientos que he aprendido y mis propias experiencias en el campo de la
Escultura, aunque sin duda todos mis alumnos tienen su propio talento en sus
formas de trabajo”.
Los dos grupos que integran las clases del
profesor Flores Castro, de alumnos que se encuentran unos en un período de
iniciación y de otros cuya preparación
le da da el pase a una búsqueda más libre en cuanto a la creación en la Escultura.
“Los primeros ─continúa─ tienen un término
preliminar de estudios de uno a dos años, pero en realidad no puede fijarse una
fecha determinada ya que algunos poseen una capacidad creativa superior que
aminora su iniciación”.
Durante dos horas diarias de lunes a sábado,
el profesor Flores Castro imparte sus clases con entusiasmo digno de un buen
profesor.
“Los iniciados ─dice─ trabajan
especialmente modelos del siglo catorce: relieves, cabezas o figuras enteras
con el objeto primordial de adquirir un conocimiento básico de la forma humana.
Corresponde ─continúa─ a una etapa de ejercicio de práctica para después irse
librando de las formalidades y poniendo su sello particular en cada uno de sus
trabajos.
Regularmente modelan en barro, yeso o
cemento, según el dominio tengan sobre estos elementos. Este material lo
suministra la Escuela”.
También nos manifestó el profesor, que
como parte de la enseñanza, deja trabajos de investigación a sus alumnos, los
que tienen que adquirir de su propio peculio el material indispensable de sus tareas.
“No solamente los alumnos reciben el
consejo directo, sino que también le son enseñadas clases de gran importancia
para su estudio de Escultura.
Por las tardes en días intercalados de la
semana se imparten Historia del Arte, y Perspectiva para ilustrarlo de todas
las corrientes artísticas y así pueda elegir cualesquiera de ellas y tome su
propio estilo.
EL
SEGUNDO GRUPO
“No es solo de corregir técnicamente al
alumno ya que este tiene una característica particular. Sencillamente lo
instruyo orientándolo de una forma que pueda continuar con su entusiasmo
creacionista.
Aquí los modelos son vivos, respondiendo
al reclamo de esa segunda etapa de modelación artística. Comenzamos a ver obras
que tiene una característica determinante producto de propio talentos”.
Explica el profesor que hay una visual más
amplia en estos alumnos que han venido acumulando los consejos de no caer en un
preciosismo que a nada conduce, sin encerrarse en determinadas cosas ajenas a
la importancia de la forma.
Ellos comprenden la expresión generalizadora.
DE
LOS TRABAJOS EN METALES
Por el costo tan alto de los elementos necesarios para montar un
verdadero. Taller, los trabajos en metal son muy pocos. No porque el alumno sea
un desinteresado en este arte, sino por
la dificultad de este taller.
“Habría que solicitar ─finalizó─ la
cooperación de alguna institución para realizar esta clase de trabajos, pues
actualmente se escapan de nuestro alcance.
Casi mirándose los unos a los otros,
veintiún alumnos encerrados en un cuarto donde el calor se toma insoportable,
un grande amor al arte vence diariamente ese medio inhóspito y las creaciones
van tomando formas en un esfuerzo conjunto de estudiosos y maestros.