miércoles, 27 de agosto de 2014

ESPESURA DE PESTAÑAS NEGRAS. Dibujo Bayardo Gámez. 15 Jun. 1980


EL MUNDO LÍRICO DE ROLANDO CASTELLÓN. Por: Rodolfo Romero Meza. En: Novedades Cultural, 1 de Marzo de 1970.



 Los grises contrastados adquieren una definición con el juego de luces que atraviesa la configuración de la obra. Y se va estableciendo una intimidad que nos lleva a la motivación profunda del pintor: un mundo lírico, pero ya sereno, clamo, reflexivo.


La estructura cromática de sus cuadros nos descubre la poesía intimista, sin las exaltaciones de quien apenas se está iniciando en el menester. 


La obra de Rolando Castellón Alegría, actualmente expuesta en la Galería Praxis, donde ya nos anuncia una de este artista, prácticamente desconocido en el ambiente nacional, se inscribe en aquella tendencia abstracta que busca en la contraposición de sombras, de colores y de luces, las quietas expresiones de una reflexión sobre la razón de ser de la existencia.

Castellón Alegría participará en la muestra que el grupo Praxis presentará en la galería de la Dirección General de Artes y Letras de San José, Costa Rica. 
  







jueves, 21 de agosto de 2014

MURALES EN MERCADO HUEMBES. En: Barricada, 18 de agosto de 1987.


Nicaragua, Nicaragüita y Un día en el mercado, son los dos murales que se inauguraron ayer por la mañana en el mercado Roberto Huembes, realizados por los jóvenes pintores mexicano David Leonardo y Luis Felipe de la Torre.

El primero refleja la diaria lucha de la mujer en el mercado y además una alegría a la mujer nicaragüense, los distintos papeles que juega en la Revolución. El segundo es un documento histórico que refleja el momento que aún viven los niños en el mercado.

Ambos pintores colaboraron en la elaboración del mural que custodia la Sala “22 de Agosto” del Palacio Nacional, realizado por el artista mexicano Arnoldo Belkin. Con estos ya suman tres lo murales donados a Nicaragua por parte del pueblo de México.


martes, 19 de agosto de 2014

PINTURA FEMENINA EN GALERÍA MODERNA.

 Por: Esmeralda Cardenal. En: La Prensa Literaria, 8 de marzo de 1970.

El miércoles 11 del corriente se inaugura en la Galería de Arte Moderno del INCAL, Instituto Nicaragüense de Ciencias, Artes y Letras, una singular exposición femenina, de flores, para la cual, desde hace tiempo artistas femeninas de todas partes de la República se han estado preparando con sus bellos óleos de flores en todos los estilos y tendencias, desde el Primitivismo hasta el Abstracto. La exposición que, permanecerá abierta al público hasta el 21 de marzo, es en homenaje al Garden Club de Managua. 

DIBUJO DE RÓGER PÉREZ DE LA ROCHA. 1970


DIBUJOS DE LEONEL CERRATO. 1970







DIBUJO DE LEONCIO SÁENZ. 1970












El nacimiento del barrio Santa Rosa, el más oriental de Managua



A José Joaquín Cuadra.

Estoy asistiendo al nacimiento de Santa Rosa, el barrio más oriental de Managua. Aún no hay calles definidas. El monte rebasa los linderos el trazado urbanista formando breves senderos florecidos de lilas campánulas.

La ventana orienta de la cabaña en que vivo da al monte: a las gloriosas lunas del creciente; al sol que se levanta sonoro de trinos. Desde ella he mirado largamente el sedante paisaje rústico; luego he salido para conocer el vecindario.

Hay pocas casas residenciales. La mayoría son pobres. Se comunican por juguetones caminos que suben y bajan dos suaves pendientes.

Entre tantas casas pobres, me ha llamado la atención una, singularmente pequeña. Está hecha de trozos de tablas irregulares y de hojalata sarrosa. Es sumamente baja y cerrada; el monte la rodea envolviéndola.

No he querido saber quién o quiénes viven, si es que se puede vivir en eso.

Era tarde; la triste melodía de un silencio violado, realzaba la enorme brutalidad de aquella ínfima vivienda.


Managua, Noviembre, 1957. 

domingo, 17 de agosto de 2014

RIGBY: EL JOVEN POETA NEGRO DE LA COSTA ATLÁNTICA. En: La Prensa, 24 de Mayo de 1970.



Palabras del campesino en la Inauguración del Palo de Mayo

damas y caballeros
         he tenido que abandonarlo todo
al otro lado de la laguna
donde junto con mi mujer y cipotes
yo solía pasear
todos los domingos
          por las tarde
a orillas de los ríos
debajo los árboles de verano
         sólo para estarme aquí presente
en la inauguración
de esta bella temporada de los palos de mayo
amigos
         en esta celebración
yo también soy  lluvia y sol
         y he venido a dar mucho que pensar a todos
pues me encanta todavía el ron-don
         el walagallo
         el tualbí
y un fin de semana sin pleito ni política
         y estoy aquí entre ustedes
con mi machete
mi sombrero
mi caite y mi sajino
decidido a bailaren el centro del círculo de mayo:
         rin-tín-tin
         todo mundo rinqui-tinqui-tin
como si tuviéramos
         mil culebras sueltas por todo el cuerpo:
con temblores de brazos piernas y pies
con las manos en la cintura
         sobre las cabezas
         detrás de las cabezas
con el vientre la cadera los hombros
para arriba para abajo para los lados
casi fuera de coyuntura
casi fuera de sí
más allá  de movimientos de perro en sazón
pelando los dientes –por arrechura o alegría—
pero pelándolos
con el pañuelo blanco y sudado
colgando de la boca
         de la punta de los dedos
simsaimaloneando compañeros
por las calles de todos los pueblos
hasta romper los huesos
         pero sin romper el ritmo
rompiendo la madrugada—
         “tu-lu-lu-lu pasa anda
         gial an buay de pasa anda”…
con un canto para todos los bailes
y un baile para todos los cantos
         que este es mayo
con un canto para todos los bailes
y un baile para todos los cantos
         que este es mayo
y vengo muy arrecho
después de tantas temporadas de hambre y blasfemia
que no me han dejado
         muy bien parado
inclusive en la oración
         y por eso
                   he decidido
por fin             protestar
desde aquí
de donde nadie
                   quiere

morirse de olvido
mucho menos de hambre
                                               porque
fíjense hermanos
que ahora
en vez de pedirle a Dios
por mi pan de todos los días
es al presidente a quien mando a molestar
y hacer esto no es chiche                  hermanos
pues hace brotar
callos en la lengua
y dolores de madre
de aquellas partes
que los mineros ofrendan
a los pozos de Bonanza, Siuna y Rosita
tosiendo en Waspán Wiwilí Bilwaskarma Raití Bíhmuna
                                                                       Cum…
--vomitando sangre debajo
                   de la nariz de Dios—
arrastrando sus miserias a lo largo de los ríos
entre estómagos
         dignos monumentos
         hacia ángulos
donde la patria sufre
sin que se haga algo:
desde Laguna de Perlas
hasta Cabo Gracias a Dios
donde no existe siquiera
una placa conmemorativa
         a Cristóbal Colón
lo que constituye
--según los libros españoles por hacerse—
un insulto inclusive
contra elementos huracanados—
y esto lo creo yo hermanos
particularmente
porque
         mi buen amigo
         Fernando Quiñones
quien generalísimamente no es un señor muy franco
me lo ha asegurado—
         y por qué no se lo he de creer
cuando este poeta
ni siquiera
ha bailado
en un palo-de-mayo
         o saboreado al menos
         un buen plato de ron-don
por eso yo me pregunto con todo y eso
por cuánto tiempo hemos de aguantar
esa voz por la radio:
         “hay que darle tiempo al tiempo”
sabiendo que ni son resta tiempo
de ser guerrillero
         mucho menos OTRA COSA
pues que otros usen su calzoncillo por bandera
pero yo no
         total que
no me vengan
con recetas de farmacia
ni calzones de payaso
como las veces pasadas ---
como la vez pasada
cuando el presidente ordenó
que los palos de mayos
fuesen implementos agrícolas
(como quien dice: “The President Ordains The Bee to Be”)=
Decretando nuevos arcoíris al nivel de Saslaya—
y ya ve
         de mayo en mayo
--desde todas las entradas y salidas de mayo
Hemos aguantado la dictadura--:
                            Seguimos en lo mismo
: una nueva sazón de tamarindo para la “Costa”
nuevas cruces de palo floreciendo entre la siembra
otro palo-de-mayo con sangre en las aceras
otro año de la misma vaina: hombre sin tierra y
                                               tierra sin hombre
y todos son hechos de un viejo truco de mayo
porque es de esta manera
como recuerdo yo
al señor Presidente
prometiéndome
vida nueva & simsaimasimaló:
primero fueron sus dientes
sembrados en dos semicírculos
                      brillosos con pasta de dientes Colgate
                       luego
su mano derecha
         estrechando mi mano izquierda
colocada
sobre
         el corazón
rebosante de babosadas presidenciales –
pero gracias a dios
no sólo yo he visto
los dedos enguantusados
del señor presidente:
                                               ¡SIMSAIMASIMALÓ!
pero a pesar de todo esto
vamos a espera en paz
el tiempo del proceso de la carne de tortuga
         de los pesqueros rondando nuestras aguas
         de las grandes reformas agrarias
         de las carreteras para arriba para abajo para los lados
         de la asistencia médica y el desarrollo comunal
: con casas pan escuelas y mejoral para todos
         si vamos a esperar como se espera a un niño
desde el Río San Juan hasta el Río Coco
a esperar el buen tiempo de los buenos tiempos
del Progreso Populorum
confiando en Dios (que parece existir nomás que para
      perdonar pecados)
a ver si se muda
de kaki o blue jeans
o se queda en pañales
                   y
         para mientras el gran sukiá se decida—
que venga la música del lado de los ojos del búho
que ya es tiempo que vean grande en la sombra de
                                            (las chic palemayeras
bailando y cantando
                              balandocantadito mamá
cantando la guerra prometida
aunque sea como el cisne
         MAS
                   que todo mundo sepa una vez más
que ni compro balas
ni vendo balas
: --las balas fueron nuestras
antes que nosotros fuésemos de las balas—
y parece que vamos a estar así por muchos mayos
pero yo les advierto
                            hermanos palemayeros
que si la patria sigue
sufriendo en lugares
donde nadie
                   quiere hacer ni mierda
entonces
cuando los
                   guerrilleros
desciendan de las montañas
de los volcanes
y de las regiones de las aguas desoídas
yo tendré nada que decir
sólo le susurraré algo al oído de los palemayeros
y  estoy seguro
que entonces
                      ellos
mordiéndose los dientes
me contestarán simsaimasimaló
… y  yo seguiré siendo el Rey de Mayo
que quier decir Ilimapongo o simplemente: raza de
                                                                  HOMBRES
con un país entero estrenando mi corona—
                    Y      hermanos
aunque mi reino –por ser tan bello—
no dure por más de 30 días
esta boca seguirá siendo mía.

         

Una semblanza de Olivia Silva


HALLÉ MI PROPIO MUNDO A TRAVÉS DE LA PINTURA. Por: Christian Santos. En: El Nuevo Diario, 11 de Octubre de 1987.

“Comencé a manchar” un cuadro a los 50 años, para ese entonces por allí del 73 ya las mujeres de la comunidad de Solentiname pintaban, yo las empujaba a que aprendieran, a que fueran disciplinadas. Después de todos los oficios domésticos que teníamos que realizar lo mismo que el trabajo en el campo, porque nosotros somos campesinas”. Me dice complacida Olivia Silva, pintora primitivista de Solentiname.

“Yo veía al lago tan grande y tan bello, y el ver y rojo y amarillo en las islas con el celeste del agua que las rodeaba, y  yo también quería pintar, porque cuando uno no está relacionado con la naturaleza, esta te va enseñando sin tanto quebradero de cabeza, pero si es verdad, tenés que aprender alguna técnicas, nos iniciaron en ellas, pero nos abrieron los ojos para e, sentir, para descubrir los colores en el mango que nos comíamos, ves, los colores de la vida, a desarrollar la creatividad. Recoger el azul del lago que estoy viviendo  y dejarlo en la tela, eso me hace feliz.

Yo te decía, que yo veía a las mujeres de la comunidad hacer sus cuadros, y yo me moría por pintar… Bueno la verad es que todo comenzó cuando Ernesto Cardenal llegó a Solentiname en 1966. Él andaba caminando, conociendo el terreno de la isla, y cuando llegó a un rancho, pidió agua, allí fue cuando conoció a Eduardo, que además de campesino era artesano y labraba el huacal, o mejor dicho, sombreaban el huacal, lo rayaba dibujando animales, árboles cuando estaba crudo, después de cocido, lo pintaba con anilina; así le dio a Ernesto a beber agua fresca del lago en ese huacal tan lindo.

Cuando Ernesto regresó a vivir aquí le ofreció a Eduardo enseñarle a pintar, le dio papel y lápiz y el muchacho comenzó a bocetear, pero fue cuando llegó Róger Pérez de la Rocha, que se empezó la Escuela en serio, Róger llegó a visitar y quedó encantado de la actividad en conjunto de la comunidad.

Alejandro, mi hijo mayor que es ahora el Ministro Delegado de la Presidencia de Río San Juan, fue el primero que tuvo la iniciativa de pintar, de hacer un cuadro completo, y esto motivó al resto.

Cuando yo vi a los hombres pintando, me dije que también las mujeres, como seres humanos teníamos derecho, eso lo aprendía ver, cuando Ernesto nos hablaba de la liberación a través del Evangelio, puesto que él lo enfocaba así. El Evangelio puede ser liberador, o como la hierba, adormecedor.

Yo asistí a la Misa campesina con todos mis hijos y la comunidad, entonces ya me iba despertando, iba dándome cuenta de las condiciones que vivíamos, de la realidad de opresión a que estábamos sometidos los nicaragüenses y peor las mujeres porque el valor de las mujeres no estaba reconocido.

La primera de las mujeres de la comunidad, que empezó a pintar fue la María Guevara Silva, mi hija mayor, que en ese tiempo tenía 16 años, después la Marina Ortega se interesó y la María le enseñó. Con solidaridad fue iniciándose el taller de pintura primitiva. Mis otras hijas la Gloria que tenía 15, le enseñó a la Esperanza de 14, a la Miriam de 13, a la prima María Silva de 11 años. También aprendió a amar la pintura la Helena Pineda de 14, y así en esas islas, tan remotas en ese tiempo, nosotras no sabíamos que estábamos ya haciendo la Revolución.

Después que las muchachas ya pintaban, yo no me atrevía por temor de echar a perder los materiales, lo que yo hacía eran flores de papel crepé. Mi primer cuadro no gustó mucho, pero tenía la esperanza de superarme y de tanto practicar lo logré, ahora de eso vivo, de pintar, así todo el resto de las muchachas entre ellas mis hijas, todas contribuyen a la producción artística, pero también mejoran su propia economía, y esto es bueno que la mujer común y corriente que nunca tuvo la oportunidad de integrarse en el pasado, se integra a un mundo nuevo a través del arte. Que la mujer descubra su propio mundo y pueda realizarse, así debe ser.

Con sus hermanos, con sus novios, es que estas mujeres se iniciaron también la lucha armada el 13 de octubre, fecha que se dio inicio a la ofensiva final del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que permitió al pueblo de Nicaragua a vivir en Revolución. Ahora todas ellas, están integradas a trabajar en el Estado y la mayoría sigue pintando, unas, allá, en las islas y otras aquí como yo que tenemos los colores de los árboles, el azul del lago su oleaje. Los tenemos vivos en nuestros ojos, y pintamos para que otros ojos los vean y conozcan nuestra belleza”:


A la Olivia quien en los sesenta y tanto años le brillan los ojos pícaros y mientras habla, me va enseñando más cuadros de ella y de sus hijas, que están colocados encima de mesas, de sillas, en el suelo, esperando secarse para ser empacados y enviados a una exposición de pintura primitivista en Europa. Yo voy viendo los cuadros, y me siento feliz, de nuevo voy cruzando el inmenso lago de Nicaragua, atravesando en la panga en medio de las islas, y hasta siento el agua refrescándome el rostro y veo cruzar en bandadas a los patos, que se remontan de una manera deliciosa en el azulceleste cielo de la Zona Especial III de Río San Juan. 

martes, 12 de agosto de 2014

“Preludio de optimismo”

ENCUENTRO CON ARMANDO MORALES EN BERLÍN. (Traducido del diario berlinés “Der Tages Piegel”). En: La Prensa, 23 de Julio de 1965.

La idea surgió de su agente Alfredo Bonino. Suena algo exagerada: Sí Europa, Berlín, Bonino estuvo recientemente en esta ciudad para conocerla y trabar relaciones. Berlín le agradó, su clima artístico le encantó manifestándolo abiertamente. Lo cual contribuyó a que también el visitante agradara. Una simpatización mutua.

Bonino recomendó a Armando Morales exponerse por cierto tiempo al fluido de Berlín.

Respecto a Bonino: el italiano nacido en Nápoles pertenece a aquellas encarnaciones en el mercado del arte internacional que no han vuelto a darse entre nosotros durante los últimos 30 años. (Flechteheim, Neumann, Gurlitt). El nuevo continente, también en cuanto se refiere al arte y su mercado se halla del otro lado del Atlántico. De esta forma Bonino ha constituido un pequeño Imperio en el que verdaderamente no se pone el sol, con galerías en Roma, Río de Janeiro, Buenos Aires, Toronto, Nueva York; y un nuevo estilo de vida dentro de estas metrópolis que bastan para suscitar la codicia. Al conocer tan solo simples números se redondea el cuadro transcontinental como para una visión de las mil y una noche que pronto choca con el escepticismo de viejos europeos.

De los 45 cuadros que presentó Morales en la Galería de Bonino en New York el año pasado, 38 fueron vendidos a coleccionistas y Museos. Proporción de venta más elevada de la que se hubiera dado entre nosotros. Habrá que esperar para ver lo que sucederá cuando Bonino se interese por los artistas de Berlín. Ben Wargin prepara actualmente una selección para él. (Todo esto de refilón para nuestro tema).

Armando Morales nacido en Nicaragua el año 1927, se encuentra entre los pintores iberoamericanos más conocidos. Vive parte en Nicaragua y parte en Nueva York. Este año obtuvo el premio Carnegie “J. L. Hudson” de Pittsbur, una de las distinciones americana más codiciadas. El mundo de sus creaciones podría formularse como “un poético-arquitectónico optimismo”. El punto de partida son el paisaje, la arquitectura y aspectos de vida.

Aparecen líneas y planos que convierten en abstracción cualquiera de estos temas. De manera parecida pinta en Europa William Scott y asimismo pero en Berlín ha condensado Carl-Heinz Klieman rasgos de paisaje. Ambas cosas debido al recuerdo de una tradición antigua y rica que permanece extendida sobre la abstracción como un filtrador de melancolía. En Armando Morales se añada a esto lo arquitectónico. El no condensas, más bien construye. Sus cuadros son alegría del futuro como un esqueleto de edificio: (que produce casi siempre una impresión más esperanzadora que más tarde el oficio mismo) rasgos abstractos del mundo concreto, croquis perfecto para un optimismo visual.

Resulta agradable constatar que Berlín a primera vista aparezca especialmente familiar a un centroamericano (más familiar, por ejemplo, que Florencia, su residencia temporal anterior).

Armando Morales dice con fuerza de artista y con expresión auténticamente española: “Nosotros en un principio nos acercamos con frecuencia al muro quedando muy deprimidos. Pero en contraste con esta impresión surge más vigoroso el optimismo del Berlín Occidental. Berlín es como una joven bella que ha perdido una pierna. La primera impresión es de solo compasión. Pero pronto nota uno que la joven aparece más encantadora que nunca”, y  “Yo trabajo mejor cuando ante mí algo que me empuja”. Morales trabaja ya dos semana en una Litografía. Aquí le urdió el celo del trabajo. Aparecieron cuatro impresiones en dos días. Por eso el artista piensa trabajar el año próximo más tiempo en Berlín si se le ofrece oportunidad.

De todos modos quiere exhibir ahí, en la Galería “S” su planeada exposición. Característico de Morales es que concibe sus cuadros a manera de gráficas. Junto al negro-blanco aparece raramente otro color, y éste solamente para convertir el negro-blanco en un negro-blanco más intenso.

Poesía y Optimismo no se encuentran en proporciones llamativas sino de manera seria y sencilla. La expresión artística del mundo se refiere a un paisaje de fiesta sino a un ambiente en el que son posibles el trabajo y la vida ordinaria.

(Der Tagesspiegel –Berlín).


Heinz Ohff. Traducción de Juan Bautista Arríen, S. J.  UCA. - 

BAYARDO GÁMEZ: “EL ARTE ME LLEVÓ A LA ANTROPOLOGIA”. Por: Aleyda Gadea. En: Gente Interesante. 1993.


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*Doy una imagen de tranquilidad, pero tengo muchos torbellinos y explosiones dentro.

*Tenemos tiempo para todo, para los demás, pero no nos damos el tiempo para conocernos a nosotros mismos.

Desde niño la muerte ronda sus pasos. Creció entre ataúdes de diferentes tamaños y cuentos de aparecidos, porque su casa era una funeraria y quedaba encima del primer cementerio de Estelí. Ahí nació Bayardo Gámez atendido por parteras.

Por coincidencias y rarezas de la vida, nació un nueve de diciembre, el mismo día que Alfonso Cortés, con quien se identifica por “la búsqueda que lleva en su interior” y al que dedica su décima exposición personal: Áspero yermo de tormentas, nombre que escoge de una frase del poema Al Dante, del famoso Poeta Loco.

Bayardo Gámez Montenegro, mejor dicho El Chele Gámez, es un “discípulo visual del grupo Praxis” y heredero de la pasión por la cultura indígena de Alejandro Dávila Bolaños. Habla bajo y pausado, como con la voz entrecortada. Viste jeans desteñido y camiseta, lleva lentes de cristal verde y el pelo alborotado. Silencioso y reservado, sus amigos afirman que es una enciclopedia andante en asuntos de historia y que tiene una memoria envidiable.

Tiene cinco años de trabajar con el Centro Nacional de Medicina Popular y Tradicional de Estelí, en Antropología de la salud, disciplina que aplica un enfoque histórico-cultural al ejercicio de la medicina popular tradicional, y que se propone rescatar los conocimientos que, sobre salud, tenían las culturas prehispánicas.

El Chele Gámez, a sus cuarenta y dos años, es conocido por varios motivos: es pintor, antropólogo empírico e historiador. Austero, materialmente se siente realizado si no le falta lo básico para vivir: sus materiales de pintura, libros, música y lo necesario para comer y vestir. “Creo que en el fondo tengo un espíritu de tuareg, de nómada del desierto”, dice mientras fuerza una sonrisa.

Aprendió a pintar copiando reproducciones renacentistas, para la niña Teresita Amador, quien se dedicaba a pintar santos. Pero su posterior carrera académica como pintor no llegó muy lejos, pues antes de cumplir un año de estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en Managua, sus padres lo retiraron por abandonar la secundaria. “Me metí al mundo de la bohemia a los dieciséis años con la gente de Praxis. Ahí estaban Carlos Alemán Ocampo, Róger Pérez de la Rocha, Leonel Vanegas. Estaba recomendado a don Rodrigo Peñalba, y él me dijo: “No andés con esta gente que son comunistas”.  Yo era el único cipote que andaba con ellos; me ayudó mucho, porque me permitió otra visión de la pintura fuera de la academia”, explica.


Sin embargo, Bayardo siguió pintando y hoy tiene en su haber cuarenta y dos exposiciones personales. Afirma que su pintura “es una mezcla del arte precolombino, del realismo mágico y del expresionismo, entre otros. Trato de expresar al ser humano dentro del miedo en que vive; con sus angustias y luchas interiores”.

Confiesa haber sido influenciado por Donaldo Altamirano, y se declara admirador de Leonel Vanegas. “Es el pintor más violento, más de tierra, más volcánico. Me identifico con él por el toque indígena en su colorido”, dice. Sus pintores latinoamericanos favoritos son Roberto Matta, Wilfredo Lam y Frida Khalo.

Fue su pasión por la pintura la que lo llevó a la antropología, pero también la privilegiada relación que tuvo con el sabio masayés Alejandro Dávila Bolaños.

“Dávila Bolaños era vecino de mi casa. Era como el médico familiar, y desde que o era pequeño me regalaba revistas. El me pidió hacer dibujos para sus libros. Me inició en toda la onda del indigenismo y la cultura mesoamericana. Al morir él me dolió mucho. Era como un vacío el que me quedó. Sentí un reto continuar con el trabajo que él realizaba”.

Y El Chele no le falló a su maestro. Uno de sus méritos es haber recopilado toda la obra dispersa por el país de Dávila Bolaños. Y para que el desaparecido descendiente de chorotegas no tuviera de qué quejarse en el Tlalocan, Gámez también elaboró un inventario sobre piezas arqueológicas de Las Segovias que se encuentran en casas particulares, museos y lugares de origen. Por si faltara más, levantó a su vez un inventario de las palabras náhuatl, matagalpas  y mexicas, existentes en la toponimia de la zona.

Andariego y acucioso, a El Chele no le han pesado los pies ni las ganas para recorrerse 25 zonas arqueológicas de Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Sus amigos lo admiran por las energías dedicadas a rescatar el patrimonio cultural de la región ignorado por muchos. “Es muy estudioso y dedicado a las cosas que le apasionan”, dicen.

Su primera investigación la hizo sobre El origen del conocimiento heredado, junto al doctor Eduardo de Trinidad y Uriel Sotomayor. Tiene cocinadas dos investigaciones inéditas: Antecedentes culturales de la Región I y Antecedentes históricos de la Región VI.

¿Qué es lo que más te ha impresionado en las investigaciones?

“Encontrar un mural de petroglifos en Las Pintadas, cerca de Icalupe, en Somoto. Un farallón como de tres pisos, lleno de dibujos y labrados pictográficos con colores rojo indio, ocre y azulesco. Se han hecho algunas fotos, pero no se ha estudiado a fondo. La Costa Atlántica también es un mundo cultural que todavía no conocemos”.

¿Quiénes han influido en tu vida?

“En mi formación tengo tres eslabones importantes: Leonel Rugama que me inició en la lectura seria, prestándome libros cuando yo tenía doce o trece años. El segundo fue Donaldo Altamirano, que me ayudó en mi formación artística pictórica, y Dávila Bolaños, que me integró a los estudios precolombinos. Han sido como faros que te dicen: Por aquí debería caminar.

Pero Kafka “le golpeó el cerebro” y devino su escritor predilecto. “Me enseñó otra percepción del mundo. Hice un dibujo sobre El Proceso”, dice, mientras se pasa el dedo índice por el despoblado bigote.

¿Cómo te describirías?

“Como un introvertido. Doy una imagen de tranquilidad, pero tengo muchos torbellinos y explosiones dentro. La imagen por fuera es la que me ha condicionado el medio. Pero vos te vas creando un nido; un nicho para ser uno mismo, y lo que llevas dentro te lo vas guardando”.

¿Qué te impide ser vos mismo?

“A veces necesidades primarias: comer, trabajar. Para vivir necesitás trabajar. El acoso de patrones familiares, el acoso de formas de comportamiento. El mundo te bombardea para que seás de determinada manera: “¿Por qué no te casás? Es una lucha entre el querer ser y el no querer ser”.

¿Tenés algo en contra del matrimonio?

“No creo en el matrimonio. No creo en el amor absoluto ni en la eternidad del amor. No me gusta la convivencia bajo el mismo techo. Tengo pánico a la rutina, porque te carcome. Mientras que viviendo en lugares separados es más vivo, más espontáneo. Es como una mezcla entre amistad, enamoramiento, amantes, solidaridad y el agrado de encontrarnos. Creo en la comunicación, en el compartir”.

¿Creés en la fidelidad?

“Creo en la franqueza. Ser franco es que una sepa de la existencia de la otra. No es una cuestión clandestina. Se puede querer a varias personas a la vez en diferentes niveles. Lo aceptan. En otros casos sólo lo aceptan teóricamente”.

¿Hay una relación ideal para vos?

“Sí. Aquella en la que exista buena comunicación. Donde haya puntos de identificación, respeto para los espacios individuales. Eso es importante. Que no haya dependencia del uno ni del otro, ni sojuzgamiento. Que sea una relación horizontal, independiente de los altos y bajos”.

¿Y qué hay de la soledad?

No le tengo miedo a la soledad como vivencia. Hay momentos que los vivo plenamente. Cuando me deprimo busco visitar a alguien. Sentimos un horror, un pánico de conocernos a nosotros mismos. Tenemos tiempo para todo, para los demás, de vernos reflejados en una monstruosidad, en una deformación. Siempre postergamos el encuentro con nosotros mismos”.

Bayardo Gámez sigue tras los pasos de su mentor Dávila Bolaños, y entre sus proyectos del próximo año está el continuar sus estudios de antropología y una especialización en idioma náhuatl, con el fin de “completar el conocimiento sobre nosotros mismos”. No dudamos de que habrá frutos.

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Nota del Editor:

El artista plástico Bayardo Gámez agregó a su prolijo Currículum Vitae, el título de Licenciado en Arqueología Social por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAM). Pertenece a la Primera y única promoción de Arqueólogos bajo el auspicio de la Universidad Nacional Autónoma de Barcelona (UAB), titulación que empezó en 1997 y culminó en 2002. El trabajo final del artista plástico, arqueólogo y antropólogo, Bayardo Gámez Montenegro, permitió la publicación del libro "Registro arqueológico de los petroglifos de la cuenca del río Estelí", auspiciado por la Asociación para la Investigación del Desarrollo Sostenible de Las Segovias.